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lunes, 15 de febrero de 2010

CONCLUSIONES


La agresividad infantil es un fenómeno que repercute en el niño y en su entorno. Sin embargo la persona que mas sufrirá por dicho comportamiento será el niño ya que afectará continuamete su forma de ver la vida. Por lo que es importante considerar que el adulto tiene la responsabilidad sobre ese niño y por lo tanto es su deber ayudarle a disminuir su nivel de agresividad. De esta forma hay dos cuestiones básicas que vale la pena replantear: ¿Que es lo que los padres, profesores y otras personas que tratan con niños agresivos deben recordar sobre ellos? ¿Como cambiar la conducta agresiva del niño?


En primer lugar se puede decir que los padres, profesores y otras personas que traten con un niño agresivo en casa o en la escuela deben tener presente que el niño agresivo es frágil emocionalmente hablando, es vulnerable, aunque parezca justamente lo contrario. Puede llegar a atacarnos físicamente y no prestar atención alguna a lo que le decimos. Está haciendo todo esto para proteger su propia fragilidad. Cuanto más frágil se sienta más agresivo será. Si fuese interiormente fuerte no tendría necesidad de actuar con agresividad. Además los niños agresivos no son buenos para relacionarse con los demás. Tienen la máxima dificultad en afrontar a quienes están más cerca de ellos. Los miembros de la familia, y las madres en particular, les causan los mayores problemas.


Por otra parte un niño agresivo tiende a la baja autoestima aunque parezca lo contrario, ya que puede parecer arrogante y dar la impresión de tener confianza en sí mismo. No obstante carece de autoestima. Los indicadores de baja autoestima son: incapacidad para afrontar el fracaso, desagrado ante nuevas experiencias, necesidad de una constante tranquilización y una baja opinión de su apariencia física.


Otro punto importante es que hay que considerar que la mayoría de los niños agresivos no han experimentado un grado adecuado de control externo. Un niño agresivo tiene menos autocontrol. Es impulsivo. Necesita a alguien que cree un entorno seguro para él. El niño necesita que un adulto implemente una serie de controles, se necesita la seguridad de que una persona adulta esta al mando.



En segundo lugar los adultos deben recordar que existen diversos factores que pueden ayudar a incrementar la agresividad en un niño, especilamente en un niño agresivo. Por lo que al modificar alguno de estos factores, se puede disminuir la conducta agresiva.


En tercer lugar es necesario que el adulto favorezca y estimule en el niño agresivo la comunicación, negociación, ya que gran parte de la frustración que experimentan los niños agresivos está causada por su incapacidad para comunicarse de un modo eficaz.


Al estimular la comunicación y la negociación en el niño agresivo, se logrará evitar en mayor grado los estallidos de agresión fisica o verbal en distintas situaciones problemáticas. Por otra parte las conductas agresivas de los niños pueden modificarse mediante la implementación adecuada de controles y todo un sistema de refuerzos. Sin embargo cuando el estallido de agresividad se presente es preciso que los adultos reaccionen de una manera tranquila e inteligente, de nada sirve gritar, golpear, el niño agresivo no entenderá el mensaje de esta forma.

Hay que actuar con tranquilidad. Un padre o madre que está gritando siempre a su hijo sólo consigue enseñarle a gritar.


Es importante mencionar que cuando los padres o profesores se sientan incapaces de lidiar o ayudar al niño agresivo será preciso pedir ayuda a un tercero o a un profesional. Maria M. Vassart en su libro "La agresividad de nuestros hijos" señala que: los adultos pueden recurrir a cualquier ayuda profesional siempre que sientan la necesidad, olvidando temores y vergúenzas. Es importante no caer en ninguno de este tipo de padres:


A) Padres que retrasan indefinidamente el momento de "pedir ayuda", y se niegan a ver el problema con la vaga esperanza de que el tiempo todo lo cure.

B) Padres que temen inconscientemente que su hijo tenga un problema serio de personalidad o un trastorno patológico que no desean descubrir, y cierran los ojos.

C) Padres que piensan que, por encima de todo, su hijo es normal y no necesita la ayuda de un profesional.

D) Padres que creen que llevar a sus hijos a un centro especializado es reconocer su fracaso como padres o, lo que es peor, se sienten tan culpables que creen que van a ser señalados con un dedo acusador.



Es necesario que los padres consideren que el hecho de no saber actuar ante determinados comportamientos de los hijos no significa ser unos padres incompetentes, sino simplemente que son conscientes de las limitaciones y que pese a ello estan dispuestos a seguir mejorando su aprendizaje.


Por lo tanto es deber de los padres y toda persona cercana que trate con el niño agresivo ayudarle a disminuir su conducta agresiva, lo cual permitirá elevar su calidad de vida.






SITIOS RELACIONADOS CON EL TEMA

Juego como recurso terapeutico

Titeres como recurso terapeutico

Video que habla sobre la agresividad infantil

Consejos para niños agresivos

INSTITUCIONES QUE PUEDEN REALIZAR UN VALORACIÓN PSIQUIATRICA CUANDO SE TRATE DE CASOS GRAVES DE AGRESIVIDAD:

Instituto Nacional de Psiquiatria

Hospital Fray Bernardino/ Servicios de atención psiquiatrica


BIBLIOGRAFIA:

Train, A. (2003). Niños Agresivos,¿Que hacer? México: Alfaomega.

Baum, H. (2003). ¡Estoy furioso! Como tratar la coléra y la agresividad. España: Ontro.

Contra la violencia, eduquemos para la paz. (2002) México

Vilarrasa, G. (2002). Resolución de conflictos y aprendizaje emocional.España: PARC.